El sillón Liv nace del encuentro entre el gesto contemporáneo y la memoria afectiva del pasado. Su diseño sutil y preciso evoca la ligereza de las formas naturales, como si hubiera sido esculpido por el tiempo. El respaldo en enea natural, delicadamente tensionado, remite a la tradición con elegancia, dialogando con la transparencia y la ligereza del presente. Más que un asiento, Liv es una presencia que invita a la permanencia, a la contemplación y a la pausa, diseñada para trascender modas y mantenerse relevante, pues surge de la idea de belleza duradera.







