Con volúmenes generosos y líneas continuas, el sofá Gloop traduce la idea de un cuerpo en transformación. Inspirado en los personajes Gloop y Gleep de un clásico dibujo animado de los años 70, seres amorfos que se moldeaban según la necesidad, la pieza propone una nueva comprensión del confort y la adaptabilidad en el mobiliario contemporáneo. La ausencia de ángulos rectos y la fusión entre asiento, respaldo y brazos dan como resultado una geometría fluida que se impone con ligereza en el espacio. La ergonomía se sugiere por el propio gesto del diseño, que acoge el cuerpo sin rigidez, promoviendo una experiencia sensorial táctil y visual. Más que un sofá, Gloop posee un movimiento escultórico que une función, confort y afecto.